Impaciencia, basta ya!

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Motivación

Impaciencia, basta ya!

La paciencia más que la habilidad de esperar, es tener una buena actitud mientras se espera, porque en muchos momentos de nuestras vidas, tenemos que esperar; no se trata de enfocarnos en el hecho en sí, y lo que esté sucediendo mientras esperamos, sino de como actuamos en dicha situación. Por años me consideré una persona muy impaciente y apurada por todo, aunque el mundo no lo notara, en ciertas ocasiones y situaciones, quería explotar porque quería que las cosas sucedieran en el momento en que yo las tenía programadas y las quería, sin embargo, mi respeto por los demás, me hacia ser considerada y comprender que no todos podían ir a mi velocidad en las cosas.

La paciencia es abrazar, tener confianza cuando se quiere controlar el entorno, porque en ese momento es cuando más miedo tenemos, es uno de los talentos mas pulidos que debemos desarrollar. Hay que confiar en el proceso y callar un poquito la voz del apuro que es nuestro peor enemigo, en este sentido es importante que trabajemos en la certeza, las cosas no tienen porque pasar ya.

Es importante que podamos descubrir en qué parte de nuestras vidas somos más impacientes, para poder trabajarlo en nosotros mismos, en esa medida, y de una manera interna, poder determinar cuáles son las emociones que desarrollamos a raíz de esa impaciencia, para ello, es importante establecer las cosas negativas que ganamos, pero que realmente no queremos en nuestra vida, y darnos cuenta que realmente al no hacer las cosas a la velocidad que nuestro cerebro las pida, no traerá ninguna conciencia.

Te cuento algo, el gran problema de mi impaciencia, no era ser impaciente, sino ser una persona impaciente, y que muchas veces lo ocultaba, lo que me provocaba demasiado ansiedad. Comprendí con el tiempo que las cosas no siempre ocurren en el momento en que las queremos, esto es un hecho que quizás todos hemos comprobado en algún momento de nuestra vida.

Vamos a hacernos unas preguntas importantes ¿Qué pasa si las cosas no se hacen a la velocidad que yo quiero que pasen?, ¿Qué pasa si la persona que va adelante de mí en una fila no lleva mi ritmo?, ¿Qué pasa si estoy conversando con alguien y a mi parecer se demora demasiado para explicar algo, y no aterriza?, ¿Qué pasa si doy oportunidad a mi pareja a que explique las cosas a su ritmo?, ¿Qué pasa si permito que mis hijos recojan los juguetes a su ritmo y no tener que hacerlo yo?; como podrás analizar, podemos plantearnos muchas preguntas con resultado concluso a que en realidad NO PASA NADA, lo único que realmente pasará, es haber realizado las cosas al ritmo que las considero oportunas.

Quizás hemos leído muchas veces esta maravillosa frase «la paciencia es la madre de las ciencias». Muchas veces hacemos de este comportamiento impaciente un estilo de vida, vivimos hoy día en un mundo automatizado que todo es inmediato y por esa razón hay circunstancias que ponen a prueba nuestra paciencia.

Lo que yo te digo es que pongas en práctica la paciencia como el arte que llevara tu vida a otro nivel, no porque te darán un premio o un certificado, sino porque los beneficios que obtendrás con esta práctica te llevarán a una enaltecedora vida. No hay cosa más desesperante que desesperarse porque las cosas no van al ritmo que las queremos. Busca razones objetivas que te den respuestas claras a esa manera impaciente, y te podrás dar cuenta que no se obtiene ningún beneficio.

No se trata de ponerte a prueba en una carrera de resistencia, no no no, porque en una carrera tu vas a ganador, vas a velocidad, vas a la meta con tus objetivas, pero esta no es una carrera, de tal manera que, de hoy en adelante al momento que sientes que vas a explotar porque alguien no va a la velocidad que tu sientes es la indicada, pregúntate, si esa persona que tienes al frente, no merece el respeto de tener su propia identidad como tu, y permitirse ir a su velocidad .

La vida es una lucha cuando la hacemos serlo, si logramos comprender, que vivimos rodeados de seres diferentes, pero todos con una maravilla intrínseca que merecen nuestra paciencia, lograremos llevar nuestra vida de una manera más pacífica. Recuerda que las personas que tenemos a nuestro alrededor y los hechos que vividos, no necesariamente van a estar allí porque así lo deseamos, por lo tanto, permítete ese encuentro con tu destino, y guiar tu camino entendiendo la paciencia como un arte que dará beneficios. ¡Vamos tu puedes!, y si sientes que no, cuéntame, aquí estoy para ti.